En 1990, durante las obras de rehabilitación del palacio para convertirlo en la Casa de América, empezó a circular por los medios de comunicación la noticia de que durante la noche en el palacio ocurrían fenómenos extraños (puertas que se abrían y cerraban misteriosamente, pasos de niño, llantos de niño, música de órgano, gemidos y chillidos de mujer), algunos de los cuales tenían su epicentro en la casa de muñecas a tamaño real situada en los jardines del palacio.
Todos estos fenómenos parecen tener su origen en una historia de amor. La leyenda cuenta que José Murga el futuro marqués de Linares, pidió consejo a su padre, don Mateo Murga, cuando quería encontrar una mujer con la que formar una familia. Su padre le aconsejó que se casara por amor, sin importarle la situación social y económica de su futura esposa. Cuando José Murga presentó a su familia a su prometida de nombre Raimunda, que era de clase humilde, su padre enmudeció, salió de la habitación, y envió al día siguiente a José a Inglaterra.
Durante su estancia allí, José recibió la noticia de la muerte de su padre, por lo que volvió inmediatamente a España; casándose poco después con Raimunda, y teniendo posteriormente una hija llamada Raimundita. Fue en esa época cuando José empezó a construir el palacio, al cual añadió una casa de muñecas en el jardín.
Casa de muñecas |
A partir de aquí, la leyenda tiene varias versiones.
En una de ellas, que la niña nació enferma y deforme como consecuencia de la incestuosa unión de José y Raimunda.
En otra de ellas, José llevó el caso al Papa León XIII y éste emitió la bula "Casti Convivere" por la que permitía a la pareja vivir juntos, pero castamente.
La versión mas difundida cuenta que José y Raimunda al enterarse de su parentesco, mataron a su hija al considerarla maldita. En algunas versiones, se cuenta que la niña fue ahogada en una bañera del palacio; en otras que la niña fue emparedada en los muros del palacio.
Casa de muñecas |
Otros rumores afirman que cuando Raimunda falleció años después, José se suicidó y dejó dicho que enterraran su cuerpo en el jardín del palacio.
El palacio desde la muerte de los marqueses cambió de propietarios sin que nadie lo habitara; mientras que la existencia de fenómenos paranormales frecuentes consolidaron su fama de palacio encantado, que le ha acompañado hasta nuestros días.
Sin embargo, tal y como he dicho, estos hechos corresponden a la leyenda; lo que ocurrió en realidad fue diferente.
Mateo Murga, que pertenecía a una familia burguesa asentada en Alava, en Madrid compró casas, construyó edificios, creó industrias, empresas y fundó casas de banca.
José que estuvo viajando por Europa estudiando, heredó la fortuna de su familia al fallecer sus padres y sus hermanos. En Madrid conoció a Raimunda Osorio y Ortega, cuya familia era amiga de los Murga, con quien se casó.
José y Raimunda no tuvieron descendencia y decidieron apadrinar una niña llamada Raimunda Aguado y Avecilla "Mundita", que era la única hija de Federico Avecilla, amigo del marqués, y de Raimunda Aguado "Munda" que era amiga de la marquesa.
Al morir Federico, su familia tenía problemas económicos, y los Murga contrataron a "Munda" para que trabajase en el palacio, mientras que "Mundita" llenaba de alegría al palacio. Los marqueses se encariñaron de "Mundita" y decidieron apadrinarla, construyéndola una casa de muñecas de madera a tamaño real en el jardín para que jugase en ella.
Al morir los marqueses, "Mundita" heredó en usufructo el palacio, el cual fue vendido en varias ocasiones hasta que a mediados del siglo XX cayó en estado de abandono, hasta que en 1988 fue adquirido por Emiliano Revilla, que pactó con el ayuntamiento de Madrid un intercambio por terrenos cerca a la M30. El ayuntamiento restauró el edificio, y en 1992 el palacio pasó a albergar la Casa de América hasta la actualidad.
Fachada principal del Palacio de Linares |
Sólo hay un hecho que puede dar pie a la leyenda: En el registro matrimonial del enlace de José y Raimunda, en el apartado de la novia aparece que es hija de Benita Ortega y de padre incógnito. Para algunos esta es la prueba de que Mateo fue el padre de la marquesa, y que por tanto el marqués se casó con su medio hermana; aunque estudiosos de esta historia consideran improbable que Mateo Murga sea el padre de la marquesa, y piensan que lo es Manuel Osorio (hijo del Marqués de Astorga), ya que la marquesa siempre mantuvo dicho apellido.
Sin embargo, hay hechos que desmontan la leyenda como son que no existe constancia de que exista una bula papal llamada "Casti Convivere", y que los marqueses están enterrados en la capilla del hospital de Linares, y no en el jardín del palacio.
¡Espero que os haya resultado interesante!
¡Ah, se me olvidaba: Esta entrada se la dedicó a mi amigo Alfonso, un apasionado de los misterios!
Fuente:
"Madrid Oculto. Edición especial" de Marco & Peter Besas de la editorial La Librería, capítulo "Voces del Más Allá en el Palacio de Linares".
Sin duda se trata de una historia fascinante de las que me gustan tanto a mi!!!! Las pasadas navidades estuve a punto de visitar el palacio para conocerlo mejor pero no pudo ser. Espero ir pronto. Muchas gracias por la dedicatoria amigo.
ResponderEliminarMe gusta!
ResponderEliminarNo conocía la leyenda y me parece muy curiosa. Gracias por compartirla. Espero visitar pronto el palacio
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