23 dic 2013

Madrid Desconocido: Leyendas de la Cibeles

La fuente de la Cibeles es posiblemente uno de los símbolos de Madrid, pero ¿conocéis su historia y las leyendas y curiosidades que la acompañan?

Fuente de La Cibeles

La fuente, esculpida entre 1780 y 1792 durante el reinado de Carlos III, representa a Cibeles , la antigua diosa griega de la Tierra y madre de Zeus, montada en un carro tirado por dos leones, cuya historia os contaré mas abajo.

La diosa Cibeles

Los modelos originales de los leones, a pequeña escala y hechos de cera y lacre se encuentran en el Museo de la Casa de la Moneda.

En el diseño original de la fuente, un chorro salía de la fuente y caía sobre un niño sentado en una tinaja, situado cinco metros delante de la fuente. De la tinaja salía otro chorro que caía en un pequeño estanque del cual los madrileños podían tomar agua. Las figuras del niño y la tinaja nunca se esculpieron.

Inicialmente, la fuente estaba situada frente al Palacio de Buenavista, mirando al sur hacia el Paseo de Recoletos.
En 1794 se instalaron dos surtidores a cada lado del carro, con formas de oso y de dragón, que servían para abastecer de agua a los madrileños.
En 1895 la fuente se trasladó unos 150 metros, hasta su ubicación actual, quedando mirando al oeste hacia la Puerta del Sol, retirándose los surtidores con forma de oso y de dragón, que actualmente se conservan en el patio renacentista del Museo de los Orígenes, y añadiéndose dos amorcillos en la parte trasera del carro que vacían agua de una tinaja.

Surtidor con forma de dragón en el Museo de los Orígenes

Surtidor con forma de oso en el Museo de los Orígenes

Amorcillos

La historia de los leones hay que buscarla en la mitología griega. Atalanta era una niña que al nacer fue abandonada en el bosque por su padre que no quería tener hijas. La niña fue encontrada por una osa que la alimentó como si fuese uno de sus cachorros. A medida que crecía, Atalanta aprendió a protegerse y a conseguirse la comida en un entorno hostil. Cuando se hizo mayor, era una experta cazadora, que sabía usar perfectamente el arco y que había desarrollado una gran capacidad para correr.
Pocos años después, los humanos olvidaron hacer un sacrificio en honor a la diosa Artemisa, lo que provocó su enfado y el envío del jabalí de Calidón a la tierra; una bestia que arrasó cosechas y mató a muchas personas.
Cuando se organizó una partida para cazar a la bestia, Atalanta fue la primera en herir al jabalí, que poco después fue cazado y rematado. Con aquella acción, Atalanta ganó fama, su padre intentó la reconciliación e la instó a que se casase, pero Atalanta se negó. Atalanta buscó consejo en un oráculo, y éste le advirtió de que si se casaba se transformaría en un animal, por lo que buscó todo tipo de excusas y obstáculos para evitar casarse. Finalmente acordó con su padre que se casaría, pero con la condición de que su futuro marido le tenía que vencer en una carrera a pie. Si el pretendiente perdía, éste debería morir.
Tras el fracaso de varios pretendientes, un joven llamado Hipómenes se enamoró de Atalanta, y como era consciente de que no era suficientemente rápido para vencerla, viajó hasta el Monte Olimpo a buscar consejo de la diosa Afrodita. La diosa le ayudó y le ofreció tres manzanas de oro de un árbol del Jardín de Hespérides, que debía usar en la carrera contra Atalanta.
El día de la carrera, Hipómenes tomó la delantera, aunque Atalanta enseguida le alcanzaba. Cuando estaba a punto de conseguirlo, Hipómenes dejaba caer una manzana de oro, y Atalanta, incapaz de contener su avaricia, se detenía a recogerla. Ésto mismo lo repitió en dos ocasiones más, lo que aseguró la victoria de Hipómenes, y llevó al consiguiente matrimonio entre ambos, que resultó ser un éxito. Un día que los recién casados estaban de cacería, se pararon a descansar en un templo de Zeus, donde comenzaron a hacer el amor. Zeus presenció su acto sacrílego y les castigó convirtiéndoles en leones para toda la eternidad.
Poco después la diosa Cibeles encontró a los dos leones, y los enganchó a su carro.
Si os fijáis en la fuente, observareis que curiosamente, los dos leones de la fuente son ....... ¡machos!.

Los leones (Atalanta e Hipómenes)

Además de la leyenda de los leones, la fuente esconde otra historia mitológica. En la parte delantera del carro se puede distinguir un gran rostro del cual sale un chorro de agua. Se trata del rostro de Atis, el nieto de la diosa Cibeles. Según la mitología griega, Cibeles tuvo un nieto llamado Atis del que desconocía su existencia, del cual se enamoró, aunque no fue correspondida por Atis, que estaba enamorada de otra mujer. La diosa se enfureció e ideó un plan para que Atis se volviese loco y no fuese de ninguna otra mujer. Atis se enteró y huyó a las montañas, donde se castró, desangrándose hasta morir. Cibeles, arrepentida, le hizo resucitar bajo el aspecto de un pino. Así, Atis llegaría a ser venerado como el dios de la vegetación, responsable de la muerte y la resurrección de la vida vegetal. Las piñas y los ornamentos vegetales que hay alrededor del carro de la fuente son un recordatorio de aquel acto.

Atis

¿Conocíais estas leyendas de la Cibeles? ¡Espero que os hayan resultado interesantes!

¡Hasta la próxima!

Fuente
"Madrid Oculto. Edición especial" de Marco & Peter Besas de la editorial La Libreria, capítulos "Símbolo de una ciudad", "La Cibeles y los leones enamorados" y "Una castración mítica".

3 comentarios:

  1. muy buen reportaje. pero me llama la atención que el padre de Atalanta no quisiera tener HIJAS HEMBRAS, qué es lo que prefería, HIJOS HEMBRAS o HIJAS MACHO...

    es broma! cómo siempre magnífico trabajo de documentación. Y las fotos, estupendas.

    ResponderEliminar
  2. Como dice Mariano, muy buen trabajo.

    ResponderEliminar