Anda&Mira: Lisboa. La ciudad de las siete colinas

En esta ocasión os voy a llevar a Lisboa, una de las ciudades mas pintorescas y encantadoras en las que he estado y cuyo centro histórico compuesto por siete colinas, ha dado nombre a este nuevo recorrido.

Nuestra estancia en Lisboa fue breve, pero nos ha cautivado para siempre y prometemos volver para descubrir y disfrutar de cada uno de sus rincones y miradores.

En esta nuestra primera visita vamos a recorrer los lugares mas conocidos y turísticos de Lisboa.

Empezaremos por La Baixa, el barrio mas céntrico y comercial de la ciudad, que fue reconstruido por el marqués de Pombal tras el terremoto del siglo XVIII. Tomando como punto de partida la Plaza del Marqués de Pombal, bajaremos por la Avenida de la Libertad, de poco mas de un kilómetro de longitud, que es la avenida mas majestuosa de la ciudad, hasta llegar a la Plaza de los Restauradores, que se llama así en honor de los que en 1640 se rebelaron contra la dominación española. El centro de la plaza hay un obelisco para conmemorar dicho acontecimiento.

Plaza de los Restauradores

Junto a ella se encuentra la Plaza del Rossio, la zona mas animada de la ciudad, en cuyo centro se encuentra la Estatua de Pedro IV de Portugal, el "Rey soldado". En la parte norte de la plaza está el Teatro Nacional Doña María II, y en el lado izquierdo del mismo, la Estación de tren de Rossio, que tiene una imponente fachada.

Estación de tren de Rossio

Plaza del Rossio. Teatro Nacional Doña María II

Plaza del Rossio
Estatua de Pedro IV de Portugal

Muy cerca se encuentra la Plaza de Figueira, con la Estatua ecuestre de Juan I.

Plaza de Figueira. Estatua ecuestre de Juan I

Plaza de Figueira. Al fondo el Castillo de San Jorge

Desde la Plaza del Rossio sale la calle peatonal de Rua Augusta que nos lleva hasta la Plaza del Comercio, la mas importante de la ciudad, construida donde estuvo el palacio real que fue destruido por el terremoto de 1755, que tiene edificios en tres de sus lados y está abierta en el lado sur hacia el río Tajo. La entrada a la plaza se realiza a través del Arco Triunfal de Rua Augusta, construido para celebrar la reconstrucción de la ciudad después del terremoto de 1755.
En el centro de la plaza está la Estatua ecuestre de José I, el rey portugués que estuvo al mando durante el terremoto de 1755.

Plaza del Comercio. Arco Triunfal de Rua Augusta

Plaza del Comercio
Estatua ecuestre de José I

Nuestro recorrido continúa por La Alfama, el antigua barrio de pescadores situado entre el mar y el castillo de San Jorge, y que estuvo habitado en época visigoda. Para ello, desde la Plaza del Comercio nos acercamos hasta la Rua da Conceicao donde tomaremos el tranvía 28, un pequeño tranvía de madera cuyo recorrido nos lleva desde el Castillo de San Jorge hasta el Barrio Alto, pasando por los barrios de la Alfama, la Baixa y el Chiado.

Tranvía 28

Bajaremos del tranvía 28 en el Largo Santa Luzia o en el Largo das Portas do Sol, desde cuyos miradores se tienen unas espectaculares vistas de los barrios de la Alfama y Mouraria.

Vistas desde el mirador de Largo das Portas do Sol

Desde allí subiremos por calles empinadas y estrechas hasta el Castillo de San Jorge, construido en el siglo V por los visigodos, ampliado en el siglo IX por los árabes y modificado en el siglo XII por el primer rey de Portugal (Alfonso I, mas conocido como Alfonso Enriquez), alcanzando su período de máximo esplendor como espacio cortesano desde mediados del siglo XIII hasta principios del siglo XVI, cuando estuvo ocupado por los reyes de Portugal. Con la integración de Portugal en la Corona de España, en 1580, el castillo pasó a desempeñar una función militar que mantuvo hasta inicios del siglo XX.

Callejuelas de la Alfama

Castillo de San Jorge

La extensa visita por el castillo nos ofrece una sucesión continua de vistas únicas y maravillosas de la ciudad de Lisboa.

La Baixa vista desde el Castillo de San Jorge

Plaza del Comercio vista desde el Castillo de San Jorge

Avenida de la Libertad vista desde el Castillo de San Jorge

Elevador de Santa Justa y Monasterio del Carmo
vistos desde el Castillo de San Jorge

Plaza de Figueira vista desde el Castillo de San Jorge

Vistas desde el Castillo de San Jorge

Convento da Graca visto desde el Castillo de San Jorge

Al bajar del castillo nos dirigiremos hasta la Catedral de Santa María Maior o Sé, construida en el siglo XII y de estilo románico.

Catedral de Santa María Maior

Desde allí bajaremos hasta la Baixa, donde en la Rua Aurea, cerca de la Plaza del Rossío, se encuentra el Elevador de Santa Justa, construido en 1902 por un seguidor del arquitecto francés Eiffel, que tiene 45 metros de altura, y que abrió sus puertas al público como medio de transporte para acceder al Chiado y al Barrio Alto desde la Baixa. Inicialmente el elevador funcionaba a vapor, pero en 1907 se instalaron motores eléctricos.

Elevador de Santa Justa

En la actualidad, aunque sigue desempeñando su función como medio de transporte, se ha convertido en una de las mayores atracciones turísticas de la ciudad, ya que en su parte superior hay un mirador desde el cual se tienen unas magníficas vistas de la Baixa y de las ruinas del Monasterio del Carmo.

Castillo de San Jorge visto desde el Elevador de Santa Justa

Catedral vista desde el Elevador de Santa Justa

Plaza del Rossio vista desde el Elevador de Santa Justa

Ruinas Monasterio del Carmo vistas
desde el Elevador de Santa Justa

Parque Eduardo VII visto desde el Elevador de Santa Justa

La Baixa vista desde el Elevador de Santa Justa

El Chiado es un barrio bohemio conocido como el "Montmartre" de Lisboa, que fue totalmente reconstruido tras el incendio de 1998.

Chiado

El Barrio Alto es un barrio de calles estrechas donde hay muchos bares, restaurantes y cafeterías.

Barrio Alto

Subiendo por las Rua da Misericordia y Rua Sao Pedro de Alcántara podemos llegar al Mirador de Sao Pedro de Alcántara donde tenemos unas espléndidas vistas de La Baixa y la colina del Castillo de San Jorge.

Vistas desde el Mirador de Sao Pedro de Alcántara

La siguiente zona que vamos a recorrer es el barrio de Belém, al cual llegaremos en el tranvía 15 que tomaremos en la Plaza del Comercio.
En este barrio, del que partieron los exploradores portugueses, se encuentran los puntos de interés mas conocidos de Lisboa: El Monasterio de los Jerónimos, la Torre de Belém. el Monumento a los Descubridores y el Puente 25 de Abril.

El Monasterio de los Jerónimos, de estilo manuelino, fue construido en el siglo XVI para celebrar el regreso de la India de Vasco de Gama. En la iglesia destacan por encima de todos las seis columnas perfectamente talladas que parecen no tener fin, y las tumbas de Vasco de Gama y Luis de Camoes. Sin embargo, lo mejor de la visita es el claustro, que es impactante por sus dimensiones y su perfección.

Monasterio de los Jerónimos

La Torre de Belém, de estilo manuelino, que fue construida a principios del siglo XVI como defensa de la ciudad, y convertida posteriormente en aduana y faro, tiene cinco pisos y termina en una terraza desde la cual se tienen una preciosas vistas.

Torre de Belém

Vista desde la terraza superior de la Torre de Belém

El Monumento a los Descubridores fue construido en 1960 para celebrar los quinientos años de la muerte de Henrique el Navegante, el descubridor de Madeira, Las Azores y Cabo Verde. La plaza de acceso al monumento está decorada con una rosa de los vientos que contiene un planisferio en el que están trazadas las principales rutas de los descubrimientos portugueses.

Monumento a los Descubridores

Henrique el Navegante. Monumento a los Descubridores

Monumento a los Descubridores

El Puente 25 de Abril es el puente colgante más largo de Europa con una longitud de 2277 metros, y consta de dos pisos, el superior para automóviles y el inferior para trenes, siendo inaugurado en 1966 con el nombre de Puente de Salazar, denominación que cambió a la actual tras la Revolución de los Claveles del 25 de abril de 1974.

Puente 25 de Abril

Muy cerca del Monasterio de los Jerónimos está la pastelería Casa Pastéis de Belém donde podemos degustar los famosos "Pastéis de Belem", que son tortitas de crema, con la pasta hecha de hojaldre y la crema hecha con yema de huevo, leche y azúcar.

A principios del siglo XIX, cerca del Monasterio de los Jerónimos existía una refinería de caña de azúcar asociada a una pequeña tienda de comercio. Tras la revolución liberal de 1820, en 1834 se cerraron todos los conventos. Con objeto de sobrevivir, alguien del monasterio puso a la venta, en aquella pequeña tienda, unos pasteles llamados "Pastéis de Belém", que eran degustados por los visitantes que acudían al Monasterio de los Jerónimos y a la Torre de Belém.

Casa Pastéis de Belém

En 1837 comenzaron a elaborarse los pasteles en las instalaciones anexas a la refinería, según la receta secreta originaria del monasterio. Desde entonces, esa receta es transmitida y conocida exclusivamente por los maestros pasteleros que elaboran la pasta y la crema a puerta cerrada en el "Taller del Secreto", en un proceso que dura dos días.

Para comer, una de las zonas mas animadas y numerosas es la zona de la Baixa, mientras que para cenar escuchando fados hay muchos sitios en la Alfama y en el Barrio Alto.
En cuanto a la comida, destacaría las "cataplanas", el frango (pollo), el porco (cerdo) a la alentejana, y sobre todo el bacalao, del que dicen que existen 365 recetas, una para cada día del año.

Para alojarnos elegimos el Hotel Dom Pedro Palace situado en el barrio de Amoreiras, y desde el que se tienen unas vistas impresionantes.